Como en todo viaje, supongo que lo importante es volver.
Hace tres meses y medio partía en mi coche y, cosas de la vida, he vuelto sin él; decidí que no lo necesitaba. No es lo único que he dejado atrás. Atrás dejé sueños, ilusiones y amor, un amor por el que viví y por el que desviví, un amor que como un sol iluminó mis días y como un faro mis noches, un amor cegado por la llama de la pasión que el tiempo logró desvanecer.
Alguien dijo que nunca vuelve quien se fue, aunque regrese. Quizá yo no sea el mismo, quizá como en una metamorfosis continua en la vida todo son etapas a las que nos debemos adaptar. Me gustaría pensar que esas etapas tienen como fin la evolución personal, pero no estoy muy seguro de ello.
Sea como sea aquí estoy de nuevo para compartir mis penas y mis glorias. Gracias por esperarme y acompañarme por esta nueva andadura a los que lo tengáis a bien. Nada prometo ni nada auguro, mas que como siempre a través de las imágenes, los textos y la música, ser yo.
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En este tiempo de ausencia, no he estado creativamente muy activo, quizá lo necesitaba. He dedicado mi tiempo a mis hijos, a la lectura, al deporte y a la contemplación.
Al margen de ello, mi compañía han sido las plantas, las flores y los insectos de lo que llamo "mi pequeño jardín Zen", ese espacio que me aporta paz y en el que me deleito con la belleza de lo natural.
Como es el caso de esta hermosa criatura que en su metamorfosis llegó a ser una imponente mariposa, un ejemplar de "Podalirio", perteneciente a la familia de las de "cola de golondrina". Esta mariposa es de hábitos diurnos y es considerada por muchos como la más bella. También es la más grande, pudiendo alcanzar prácticamente los ocho centímetros.
En cada ala tiene un ocelo azulado con el contorno rojizo, y su función es defensiva, ya que sirve para centrar la atención de sus depredadores que creen que son sus ojos. Su vuelo es ligero y delicado, de una gran belleza.
En futuras entregas iré compartiendo fotografías mayoritariamente insectos, aunque también de plantas, flores, algún animal y aves que amablemente se han dejado retratar.
Espero que mi afición a la entomología no sea un vaticinio de lo que que le ocurrió a Gregorio Samsa en "La metamorfosis", aunque ahora que lo pienso, buena parte de nosotr@s tarde o temprano nos convertiremos en insectos, jaja
En esta nueva etapa y por ahora he decido cerrar los comentarios.
ResponderEliminarNo deseo que nadie se se sienta obligado a comentar ni yo sentirme obligado a ello.
Pero para cualquier cosa, sugerencia, duda... siempre podéis escribirme a minimalabstract@gmail.com
Gracias por vuestra comprensión y disculpas, nos vemos :))