lunes, 29 de junio de 2015

Buscando la salida



Mis días estaban contados en el centro hospitalario.

Bueno, eso si no se presentaban complicaciones.

Había que irse preparando para abandonarlo y volver a la vida cotidiana.

Otro gran reto por delante, adaptarse a ella con las secuelas del accidente y recuperarse lo mejor posible.

Muuucho quedaba atrás y seguir luchando por delante.

Yo lograría encontrar la salida y salir por mis propios medios. 

Mi recuerdo, admiración y apoyo hacia aquellas grandes personas que conocí en mi ingreso y que todavía andan perdidas en el laberinto de la sanación.



sábado, 27 de junio de 2015

Zurcidos y remiendos



Y llegó la hora de la intervención definitiva.

La cirugía final consistió en la extracción del fijador y la introducción de un clavo endomedular por encima de la rodilla por dentro de la tibia sujetado por dos tornillos a la altura del tobillo y dos más en el otro extremo.

La operación duró dos horas y media. 

Posteriormente me trasladaron a la unidad de reanimación donde debía permanecer veinticuatro horas en observación.

Pero ese era un lúgubre sitio lleno de máquinas conectadas a cuerpos que en muchos casos estaban en un estado crítico.

Pedí que me trasladaran a la habitación y el doctor responsable amablemente accedió.

Allí podía estar con mis seres queridos y en un ambiente menos desolador.

El problema vino cuando empezó a despertar la pierna. La medicación que tenía pautada no podía mitigar el inmenso dolor y éste se hacía insoportable.

Afortunadamente a las ocho de la noche, en el cambio de turno, entró Merche, mi amable enfermera de esa noche. Le expuse mi situación y textualmente me dijo: "Tranquilo, conmigo no vas a pasar dolor".

Y así fue.

Hizo las diligencias oportunas, me puso medicación intravenosa y pude pasar la noche.

Al día siguiente me levanté por mis propios medios, me duché y salí al exterior; hacía un precioso día de primavera.

El equipo de médicos me había dicho que la operación había ido bien.

Yo me miraba la maltrecha pierna y confiaba en ellos.


miércoles, 24 de junio de 2015

TAC, Teletransporte Avanzado Computerizado



Pues eso casi imaginaba yo, que me encontraba ante una máquina del tiempo o algo así, jaja

La operación de las fracturas era inminente y se debía proceder a un estudio de los huesos rotos detallado.

Nunca había visto de cerca un TAC, me parecía de ciencia ficción; aún así me comentaron que este modelo era antiguo y que estaba a punto de ser reemplazado.

El tiempo corría rápido y en unas horas tendría que entrar en quirófano de nuevo.



lunes, 22 de junio de 2015

Vivir el sueño de Carlos



Treinta y tres años.

Veterinario.

http://livemydream.net/ es su fascinante proyecto vital.

Le ha llevado a recorrer en bicicleta y en solitario más de 67.000km por 63 países en los últimos años.

Su misión es concienciar a la población sobre la conservación de los espacios naturales que quedan, las diferentes culturas, minimizar el impacto del turismo, acercar la fauna salvaje y los diferentes ecosistemas difundiendo su proyecto por la red, realizando conferencias, proyecciones, talleres por donde vaya...

En Birmania sufrió un brutal ataque por parte de dos personas mientras pernoctaba en su tienda que casi acaba con su vida; la epopeya que tuvo que vivir es escalofriante y el que siga vivo un milagro.

Numerosas lesiones, fracturas e infección de las que poco a poco se va recuperando.

Ello no será obstáculo para que continúe invitándonos a vivir su sueño.

Esta fotografía la tomé mientras explicaba un episodio de su apasionante aventura.

Adelante, Carlos.


viernes, 19 de junio de 2015

Cuatro abrazos y más de mil besos



Tal día como hoy, hace cuatro años, este blog comenzó su andadura.

Más mil imágenes compartidas, instantes de mi vida.

Lo que vi, como lo vi, lo que sentí, cómo me encontraba, los días buenos, los no tan buenos, mis inquietudes, mis alegrías, mis penas...

En cada imagen, en cada palabra y en cada música hay un trocito de mi, todo sale de lo más profundo del corazón.

Esta fotografía corresponde a la escultura que se encontraba en la zona ajardinada del hospital como símbolo de unión y superación.

Y en eso ando, y nunca mejor dicho.

Gracias por hacerlo posible, por vuestra amistad, apoyo y por acompañarme en este viaje.



martes, 16 de junio de 2015

Jose



Cincuenta y ocho años.

Natural de Palencia.

Funcionario.

Hace treinta años socorrió a un accidentado y su acompañante en carretera.

En el traslado hacia el hospital sufrieron un aparatoso accidente que partió el coche en dos partes.

Como resultado de ello sufrió diversas fracturas y lesiones y acabó perdiendo su pierna derecha por debajo de la rodilla.

Desde entonces lucha para que la necrosis no siga su avance y acabe perdiendo la pierna totalmente.

El accidentado que transportaba resultó ileso en el accidente; su acompañante murió.

Necesitó apoyo psicológico.

Alterna su vida con largos periodos de ingreso en el hospital para combatir y parar el avance de la infección.

Padre de tres niñas, hace tres años adoptó una más hija de unos familiares muertos en accidente de tráfico.

Esta fotografía se la tomé en una visita de su mujer que viajó desde Palencia pocos días antes de ser intervenido de nuevo.

Luchador hasta el final, nunca tendré suficientes palabras para expresar mi gratitud por su apoyo, amistad, ayuda y por mostrarme con su ejemplo cómo afrontar las peores circunstancias con un talante positivo, esperanzador y amable.

Gracias Jose.


domingo, 14 de junio de 2015

Control de enfermería





Las curas diarias por parte de las enfermeras bajo supervisión del equipo de médicos daban sus frutos.

En dos semanas las heridas habían desaparecido creándose una capa de piel nueva.

No había infección, no habían complicaciones, la regeneración de los tejidos se había completado.

Ello quería decir que ya estaba listo para proceder a la reparación de los huesos dañados.

Debía prepararme para entrar a quirófano de nuevo.

Todo iba a ir bien... me decía.

Desde aquí una vez más mi agradecimiento al excelente equipo de profesionales que me atendieron por su dedicación, esmero y cariño mostrado durante mi ingreso.



viernes, 12 de junio de 2015

Cristina, la negación a la vida



Veintiocho años.

Administrativa.

Intento de suicidio.

Se tiró al vacío desde un tercer piso.

Múltiples fracturas y lesiones. En su pierna derecha todavía lleva un fijador-extensor adosado permanentemente  cuya función es reparar los huesos dañados en la medida de lo posible.

Ella misma se ha de apretar los tornillos del aparato cada cierto tiempo.

Recibe ayuda psicológica y psiquiátrica y cuenta con el apoyo de sus familiares y amigos, pero aún así hay días en los que prefiere dar la espalda a la vida y cerrar los ojos.

Mi apoyo y deseo de mejora y superación de los problemas.



miércoles, 10 de junio de 2015

Mi mala sombra



Ahí estaba ella, recordándome mi situación por si me olvidaba.

Pero sabía que un día se liberaría de los hierros que la aprisionaban, se pondría en pie y abandonaría la silla de ruedas.

Sólo era cuestión de tiempo.

Y mi sombra dejaría de estar mala.



lunes, 8 de junio de 2015

Alba, la ilusión de vivir



Veintidós años.

Estudiante.

Una noche, bailando sobre sus tacones se torció el pié.

Se fue a casa; al despertar lo tenía muy hinchado.

Fue andando a urgencias.

Le diagnosticaron que tenía rotura de tibia y ligamentos.

Tras una intervención se recupera favorablemente.

Su joven cuerpo, sus ganas de vivir y su espíritu alegre la ayudan a ello, a buen seguro.

Esta fotografía se la tomé al día siguiente de la operación, todavía debía guardar cama.

Mis mejores deseos para ella, mi agradecimiento por los buenos ratos que pasamos y todo mi cariño.



domingo, 7 de junio de 2015

Y la vida sigue



Este era el lienzo que estaba colgado en mi habitación.

Estaba pintado sobre cristal y siempre era cambiante.

Me acompañaba en mis desvelos, en mis días buenos y no tan buenos, me decía si era de día o de noche, me hablaba del tiempo, ponía alas a mi alma para traspasarlo y salir de aquellas paredes.

Siempre valoramos más las cosas cuando las perdemos. A mi me había tocado mirar desde dentro.

Y él era la constatación de que a pesar de lo que a mi me pasara y pudiera pasarme, la vida afuera seguía.

Aunque lo cierto es que la ventana estaba clausurada, para evitar más suicidios.



P.D: Esta entrada está programada y probablemente lo estén las siguientes.

Disculpad si no me dejo ver mucho por estos mundos, aunque me voy recuperando estos últimos días no me he sentido muy bien.


jueves, 4 de junio de 2015

El corredor de los pasos perdidos



Ocurrente nombre para un lugar en el que caminar era todo un lujo, pensé.

Un lugar en el que a veces, frecuentemente, la desolación se apoderaba de él y teñía sus paredes de dolor.

Con ello debíamos convivir.

Y seguir adelante.

Aunque a veces costara, y mucho.




miércoles, 3 de junio de 2015

Soñar con ella



Despierto soñaba con ella.

Su estilizada figura, sus largas y finas piernas, su ondulada melena, su piel de porcelana, su mirada de amor, sus labios de fresa, su dulce voz, su esencia...

Tenía una apretada jornada laboral y debía cumplir con las responsabilidades familiares.

Venía a verme cuando podía, me animaba, me traía lo que me faltaba, me mimaba.

Estar con ella me aliviaba, me hacía sentir bien, me alegraba, olvidaba mis males, llenaba mi soledad.

Siempre pensó que hacía poco, le hubiese gustado estar más por mi. Cuando llegaba la hora nos despedíamos con lágrimas en los ojos. Ella se iba triste por dejarme, yo entristecía al verla marchar.

La noche antes de mi segunda operación se quedó a dormir en el hospital. Para ello la habitación disponía de un sillón abatible donde las visitas podían descansar.

Dormimos juntos, en la misma cama, a pesar de estar prohibido.

Aquella fue la mejor noche, pegado a su cuerpo, sintiendo su piel, su calor, la cadencia de su pausada respiración...

Al despertar debía entrar en quirófano, lo hice con su grato recuerdo.

Al cabo de unos días, hablando con una enfermera se lo dije.

Me dijo que lo sabían. No dijeron nada :-)

Y precisamente hoy es su cumpleaños.

Desde aquí le deseo felicidad, mi agradecimiento por tanto y todo mi amor...


lunes, 1 de junio de 2015

El mal sueño



Estar con el artilugio que me pusieron clavado en la pierna era harto incómodo; debía calcular bien los movimientos, tener cuidado en no golpearlo ya que el golpe incidía directamente en la pierna con un dolor horrible, tenía que taparlo con un plástico para ducharme, pesaba lo suyo, cualquier acción o movimiento se hacía complicado.

Peor era a la hora de dormir. Debía hacerlo boca arriba, cuando no suelo dormir en esa posición.

Cuando intentaba ponerme girado a la izquierda, los hierros se me clavaban en la pierna buena, Cuando lo hacía hacia la derecha, la pierna me dolía por caer su propio peso sobre el ingenio.

Las noches se hacían eternas. Había contado el número de horas seguidas durmiendo sin interrupción: tenía el récord en una hora y media.

Y así noche tras noche, muchas noches, tantas noches...

Pero lo peor eran las pesadillas. 

Entre desvelo y desvelo una pesadilla se repetía invariablemente.
Soñaba que tenía las dos piernas lesionadas; las sentía inútiles, con dolor, incapaces de moverse, condenándome a la inmovilidad permanente.

Despertaba agitado, a veces sudado, miraba el reloj, aún quedaba mucha noche por delante...
Sabía que si volvía a conciliar el sueño se repetirían esas visiones.

Pero debía descansar, intentarlo, relajarme...

Y sabía que debía resignarme, ya quedaba menos para que me quitaran el fijador.

Pronto me operarían de las fracturas.