El Parque Güell fue un proyecto impulsado por el empresario Eusebi Güell basado en la construcción de una urbanización para familias acomodadas en un entorno natural, idílico y tranquilo con vistas a la ciudad de Barcelona y al mar en la conocida popularmente como Muntanya Pelada, en su ladera sudoriental, la más soleada y protegida de los vientos del norte.
El proyecto fue encargado a su amigo y admirado arquitecto Antoni Gaudí. La idea era recrear las ciudades-jardín británicas, de ahí que su nombre oficial y original sea Park Güell. Se empezó su construcción en el año 1900 dividiéndose el terreno en 60 parcelas de forma triangular con una red compleja de caminos, viaductos y escaleras que salvaban la topografía del terreno.
Gaudí entendió muy bien la idea de su mecenas y su objetivo fue la integración de su obra en la naturaleza. Así encontramos formas que nos acercan a ella, el ángulo recto no existe y empleó materiales naturales de la misma zona.
Pero por diversos motivos y entre ellos uno muy importante que quizá señalaré en otra entrada, el proyecto fracasó, las obras se abandonaron y finalmente la familia Güell lo ofreció al Ayuntamiento y éste acordó su compra, no exenta de controversia por el altísimo precio pagado, en 1922, abriéndolo más tarde como parque municipal. Una de las cláusulas en la transacción era la voluntad de los Güell y del propio Gaudí que el parque en su totalidad fuera de libre acceso, cosa que el consistorio no ha respetado, pero ese es otro tema...
Sólo se llegaron a construir dos viviendas en las 60 parcelas. Una edificada por Josep Pardo i Casanovas, contratista de la obra, con la idea de casa-muestra para dinamizar las ventas y diseñada por Francesc Berenguer, aunque el proyecto lo firmó Gaudí al no tener éste el título de arquitecto. En 1907 el propio Gaudí la compró y se trasladó a vivir en ella con su padre y con su sobrina. Actualmente es la Casa-Museo de Gaudí.
Y la otra casa, que se edificó en 1905, fue en las dos únicas parcelas vendidas adquiridas por el abogado amigo de los Güell, Martí Trias y su esposa Ana Maxenchs, diseñada por el arquitecto Juli Batllevell i Arús, discípulo de Lluís Domènech i Muntaner y colaborador de Gaudí. La casualidad hizo que el hijo del matrimonio, Alfonso, siendo estudiante de medicina, fuera quien identificara el cadáver de Gaudí que había sido trasladado al Hospital de la Santa Creu como accidentado desconocido.
En ella siguen viviendo los descendientes de la familia en el entorno natural que soñaron Güell y Gaudí, aunque claro, hoy en día ya no es tan tranquilo.