Taking off

 

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Shut up and meditate

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Neuronium

 

Una simple hoja de Begonia.

Pero toda la complejidad de la vida en ella.

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Eat better, Be happier, Live longer

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Retrato de Doña Urraca

Las urracas tienen fama de ser aves huidizas, malhumoradas, antipáticas e incluso malvadas.

Y viendo su retrato parece que debe ser así.

Pero a pesar de su agrio carácter y turbia mirada, esta urraca tuvo la amabilidad de posar para que la pudiera retratar bajo la lluvia primaveral.

Y es que son pocas las que se me resisten, jaja

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Flor de seda roja

Ha crecido en el pulso de la arena

su grisáceo verdor de espina aguda,

y retoña oprimido y valeroso

el colmado silencio de su pulpa.

Su mirada es de sueño eternizado

porque el viento no logra estremecerlo:

se ha aferrado a la tierra como un hijo

sin caricias y en medio del desierto.

Yo he escuchado su queja inexpresada

y he admirado el vigor de sus raíces.

No es hermoso, ni grato, ni amigable;

sólo espera de Dios y a Dios recibe.

Pero en esas mañanas de las bardas

en que el sol se recrea entre las piedras,

ha estallado su flor de seda roja

en la espina durísima y reseca.

Y entre tanto oleaje indiferente

de arenales dormidos y caldeados,

esa flor lucidísima y despierta

es un ansia potente hacia lo alto.

Irma Cuña, Neuquén, Argentina, 1932-2004

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Buganvilla

La buganvilla es una planta trepadora de origen brasileño apreciada por su espectacular floración.

En climas templados y calurosos su desarrollo es notable pudiendo alcanzar más de diez metros de altura y su abundante floración decora fachadas, pérgolas, paredes, celosías y demás.

En esos climas se adapta bien, es fácil cultivarla exigiendo pocos cuidados, tolera bien el frío invernal y en la época de calor florece profusamente. Ama el calor y el sol, cuanta más luz solar reciba más generosa y espectacular será su floración.

Pero en realidad lo que llamamos floración corresponde a sus brácteas, hojas modificadas de espectaculares e intensos colores como el morado, rojo, naranja o amarillo cuya función es atraer a los insectos a la flor, siendo su flor propiamente dicha de apenas unos pocos milímetros de diámetro, blanquecina y de escaso valor ornamental, curioso.

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La casa del semáforo

Construida a finales del siglo XIX, la Casa del Semáforo es un edificio de planta rectangular situado en la zona de la albufera del río Llobregat limítrofe con Barcelona que cumplía la finalidad de regular el tráfico marítimo y evitar accidentes y naufragios.

Para ello primero se comunicaba con los barcos que navegaban por la costa mediante banderas y posteriormente con unos semáforos dotados de telégrafos ópticos.

Se construyó tres metros por encima del nivel del mar para protegerla de las crecidas.

Actualmente su función es la de mirador en la zona protegida del Delta del Llobregat, de una alta riqueza faunística y botánica.

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How far you are from me

The dreamer who dreams

Ten trillion miles of dark

Remembering you

As i fall

Through the nights

Through the days

Angel star

How far you are

Angel star

How far you are from me

I can't see you

Your eyes

Can't hear you

Whisper my name

Angel star

How far you are

Angel star

How far you are from me

The dreamer who dreams

Ten trillion miles of dark

Remembering you

As i fall though the nights

Through the days

I can't touch you

Your heart

Can't taste you

Your lips on mine

Angel star

How far you are

Angel star

How far you are from me.

David Lynch

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Tres retratos juveniles

 Una vez abandonaron el nido y antes de proseguir el camino que les llevará a volar lejos, los jóvenes mirlos se dejaron retratar por última vez a modo de despedida.

Quizás vuelvan asiduamente al lugar que les vio nacer e incluso es posible que lo elijan para reproducirse igual que lo hicieron sus padres.

Sea como sea ahora ya son jovenzuelos independientes que lucharán por su supervivencia y por la continuidad de su especie y sus progenitores ya están preparándose para una segunda puesta, también en el jardín de casa.

Así es la naturaleza y así debe continuar.

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Time to say goodbye

 Tras dos semanas en el nido atendidos constantemente por su progenitores los polluelos han abandonado el nido.

Su instinto les llevó a dar el salto cuando tocaba.

Estos últimos días ya se les veía con mucha actividad y curiosidad por el mundo fuera del nido, ejercitaban sus alas y parecía que el nido ya se les estaba quedando pequeño.

Sus padres les seguirán proporcionando alimento unos días más pero deberán aprender a valerse por ellos mismos y emprender esta nueva etapa de la vida.

Y quizás con el tiempo lleguen a ser unos mirlos tan valerosos como sus padres, que los criaron con todo esfuerzo y dedicación con el fin que llevan en su genoma, la perpetuación de la especie.

Ha sido una experiencia única y un gran privilegio poder seguir y documentar la evolución de los mirlos en periodo de reproducción.

El conocimiento aportado de sus progresos y costumbres ha sido muy grande y la experiencia vivida muy valiosa y enriquecedora, con un retorno inmenso.

Es el libro de la vida.

Y estas son la últimas imágenes que les tomé antes de que abandonaran el nido, espero que el destino los trate bien y lleguen a ser unas hermosas y felices aves que endulcen la vida con su bello canto como hicieron sus generaciones anteriores.

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La casa de los mirlos

 Al ver las fotografías de la evolución de los mirlos en etapa de reproducción una querida amiga me sugirió que "La casa de los mirlos" podría ser el título de un bello relato.

Y tiene razón, pero yo no sé escribir y lo que cuento es a través de las fotografías, así que publico unas cuantas más de la evolución de los pequeñines.

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Learning to fly

 El desarrollo, crecimiento y evolución de los polluelos es asombroso, se nota y mucho de un día para otro.

Ahora ya se asoman al nido, tienen curiosidad por el mundo que los rodea, reconocen de lejos a sus progenitores cuando se acercan volando al nido, se les escucha piar, cazan pequeños insectos cuando están a su alcance, tienen mucha más movilidad y ejercitan sus alas, como si supieran que el día de abandonar el nido se acerca y deben estar preparados para lo que la evolución los dotó, volar libremente.

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La naturaleza sigue su curso

 Efectivamente, los mirlos siguen progresando bajo los incansables cuidados de sus progenitores.

Cada día muestran más actividad y energía, su desarrollo es muy rápido, ahora tienen 12 días y en una semana más o menos ya abandonarán el nido.

De momento su instinto ya les lleva a empezar a agitar sus alitas.

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