Esta baliza se halla frente a la desembocadura de río Besós en Barcelona.
Es un aviso a navegantes que marca el camino que han de seguir al tratarse de una zona con potencial peligro.
Su luz emite destellos con ritmo periódico que producen en mi cierto efecto casi hipnótico.
Como una llamada, cuando acudo al anochecer y en soledad contemplo la escena, un sentimiento de paz infinita y de inmensidad me habitan y casi imagino que ese, precisamente ese, es el último refugio para los navegantes a la deriva en la eterna noche del alma.
Disculpad mi imaginación y espero que el lugar os guste o que al menos no os disguste demasiado 😊
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