Las urracas tienen fama de ser aves huidizas, malhumoradas, antipáticas e incluso malvadas.
Y viendo su retrato parece que debe ser así.
Pero a pesar de su agrio carácter y turbia mirada, esta urraca tuvo la amabilidad de posar para que la pudiera retratar bajo la lluvia primaveral.
Y es que son pocas las que se me resisten, jaja
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