Los días de lluvia son días en los que a menudo un sentimiento de melancolía nos posee. Evocamos lo que perdimos en la triste certeza de que nunca más lo podremos vivir.
A veces pienso en la vida como un conjunto de recuerdos atrapados en gotas de lluvia, tan resbaladiza y tan efímera que al darnos cuenta se nos ha escurrido entre los dedos.
Dicen que somos nuestros recuerdos, pero si así es me gustaría poder elegirlos, porque al fin y al cabo, tanto la lluvia como los recuerdos tienen el poder de poner más juntos a los que están juntos, más lejos a los que están lejos, y más solos a los que están solos.
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