La ciudad de Barcelona cuenta con unos 10km de playas.
Y como las restricciones por Covid-19 obligan a los locales de ocio nocturno a permanecer cerrados, pues parece que a algún sitio hay que ir.
Es entonces que esos 10km de doradas arenas y mar azul se erigen un marco ideal para reunirse, socializar, divertirse... en definitiva para pasar estupendas veladas en compañía, como si el bicho a esas horas estuviera durmiendo.
Y así vamos, haciendo que el virus tenga una triunfal gira veraniega.
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