Leer nos hace libres.
Por eso, cuando quiero leer cuentos elijo los de Calleja y no los torpemente narrados por una clase política que con sus patrañas pretende vendernos un relato ficticio que pone en evidencia su ineptitud e inoperancia ante una realidad que no supieron ni parece que quieran ver haciendo oídos sordos de la opinión de expertos y cuyos errores pagamos con vidas y sufrimiento.
Más libros, más lectura, más conocimiento, más libertad, menos mentiras, menos manipulación, menos autocomplacencia y en definitiva menos cuentos.
Porque para cuentos, los de Calleja.
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