La casita blanca fue un meublé de renombre en Barcelona y el más antiguo del país.
Data de principios del siglo XX y fue derribado en el año 2011 afectado por un nuevo plan urbanístico.
Se distinguió por su servicio, por su lujo pero sobretodo por su discreción. No hubo nunca registros de entrada, sólo se podía pagar en metálico para no dejar rastro, desde el momento de entrada todo estaba pensado para que las parejas no pudiesen encontrarse con nadie.
Así disponía de un semáforo en la entrada de su estacionamiento privado, los coches se ocultaban y su interior era un laberinto de puertas estratégicas que impedían ser visto por nadie.
El origen de su nombre popular viene porque en la azotea se ponían a secar ostensiblemente las sábanas blancas, símbolo de limpieza y pulcritud en aquellas épocas.
Constaba de cuarenta y tres habitaciones decoradas en lujoso estilo vintage con profusión de elementos de madera, tonos en rojo y espejos situados estratégicamente. En las habitaciones había tres timbres con diferentes funciones para avisar al servicio.
Con su desaparición también desaparecieron simbólicamente tantos secretos inconfesables y tanto amor entre sus paredes.
En el solar que ocupaba hoy se erige un formidable graffiti mural en su memoria.
¡Qué curioso!, no conocía esa historia ¿donde estaba situada?
ResponderEliminarLa casa estaba situada cerca de la plaza Lesseps, concretamente en la calle Bolívar 2-4 y extendiéndose hasta la antigua avenida Hospital Militar, hoy avenida de Vallcarca, zona que está en proceso de remodelación urbanística.
EliminarA principios del siglo XX el barrio era un pequeño núcleo alejado del centro de la ciudad, lo que sin duda contribuía a la discreción.
Un beso y gracias por pasarte, Tracy :)
Queda el graffiti y muchos al ver esa pareja en el columpio recordarán buenos momentos en que volaron felices en la casita y seguro que se les dibuja una sonrisa.
ResponderEliminar: )
Besos.
Dicen que nunca te acostarás sin saber una cosa nueva. Gracias Minimal !!!
ResponderEliminarEstupendo graffiti y estupenda foto.
Un abrazo.
Probablement, en aquella època, era el més semblant possible a la libertat. Sabia que l'havien enderrocada, però no sabia en quin estat estava el solar. Molt xulo el mural.
ResponderEliminarSalut!
Qué interesante la historia de la casita blanca. El graffiti está genial, un buen memorándum de lo que fue en su tiempo. Y tu captura, estupenda, una perspectiva muy atractiva !!!
ResponderEliminarBuen trabajo, Minimal !!!
Abrazos !!!
No la conocía, qué bonita.
ResponderEliminarY el graffiti me encanta.
Un abrazo, Minimal.
Formidable tant la imatge como l'explicació pels que no coneixen la història de "La casita blanca".
ResponderEliminarUn post magnífic!
Una abraçada Manel
Qué gua pa da. Oye, que no sólo me deleito con tu blog sino que aprendo mucho, en serio.
ResponderEliminarBesitosss
:))
EliminarMe gusta compartir lo que encuentro interesante.
Un beso, gracias por dejar tu comentario.
Como va cambiando todo....
ResponderEliminarLa foto es genial.
Certament el graffiti és el protagonista de la teva foto, però l'enquadrament, la llum i color que tu aportes eleven la imatge a una categoria superior.
ResponderEliminarEspectacular el graffiti, y la historia. Hasta hace poco no conocía este tipo de locales de los que nos hablas pero precisamente hace poco en el trabajo alguien me explico que en su barrio existía uno.
ResponderEliminarPues mira si viene de lejos la cosa, jaja
EliminarGracias por pasarte José Antonio :))
Un abrazo.
Espectacular grafito y encuadre del mismo. El protagonismo de la imagen , el colorido y su historia destacan sobremanera
ResponderEliminarUn abrazo
Desde luego el grafiti es alucinante, pero no empaña lo triste del derribo de ese lugar con tanta historia. Yo, pensaba que esos sitios eran más antiguos, pero bueno, quizás no estaban regulados, jeje.
ResponderEliminarUna entrada preciosa, Manel.
Abrazo.
Gracias por vuestro tiempo :)
ResponderEliminarBesos y abrazos.
Sí. Es curioso. Besos.
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