Autorretrato motorizado

No, no es que quiera tentar a la suerte ahora que me han dado el alta.

De hecho, los primeros días que acudía a rehabilitación una ambulancia me recogía en casa, me trasladaba al centro y me traía de vuelta.

Pero pronto me cansé de esa teórica comodidad, de las esperas y de no sentirme autónomo y en cuanto me vi con fuerzas y valor me desplazaba en moto muletas incluidas a disgusto del personal sanitario y en especial de mi querida terapeuta Laura que con tanto esmero me cuidó y a la que tanto debo, toda mi gratitud y cariño.

Ella en su papel me reñía y entiendo su padecer pero yo le decía que una mala caída la podía tener en casa o caminando y tomando fotografías en la montaña como me pasó a mi y sé que en el fondo lo que valoraba es el esfuerzo y voluntad que ponía en mi recuperación sabedora además que un buen estado de ánimo ayuda y mucho en ello, por eso no insistía demasiado y a menudo se le escapaba una mirada de complicidad.

Pues eso, ahora que tengo el alta simplemente sigo los consejos médicos de llevar una vida lo más normal posible y como la moto siempre ha sido normal en mi vida eso hago, con cuidado, eso sí.

Feliz fin de semana y cuidado con las malas caídas... jaja  ;)))