El pececillo de plata, Lepisma saccharina, es un insecto perteneciente al orden de los tisanuros. Este grupo es uno de los más antiguos que se conocen, y los restos fosilizados de este insecto indican que tiene unos 400 millones de años de antigüedad, una auténtica reliquia del pasado viva.
Se ha acostumbrado a vivir en entornos humanos y aunque no siempre resulta fácil verlo ya que una de sus características es que presenta una fuerte fototaxia negativa, es decir, huye de la luz, es habitual residente en nuestros hogares.
Se alimenta de restos orgánicos como otros insectos muertos, almidón, celulosa, restos de alimentos, pelos, suciedad, caspa... y también del papel de los libros o de los tejidos de nuestra ropa, sábanas etc...
Su tamaño adulto es de más o menos 1cm y pueden vivir ocho años. Se reproducen cuando el tiempo es benigno, las hembras hacen puestas de unos 100 huevos y durante la temporada fría suelen hibernar.
Su mayor peligro es que pueden llegar a constituir una auténtica plaga en nuestros hogares.
Así, hay que limpiar bien en los recovecos y lugares más inaccesibles para evitar que ello pase.
Si por la noche nos levantamos y encendemos la luz, podremos sorprenderlos y ver cómo corren a esconderse cual vampiros al ver el sol. Es la manera más fácil de detectarlos si los hubiere.
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