Si la represión con violencia y el recorte de libertades es la solución que impone el Estado para solucionar las protestas en Catalunya, me temo que va por mal camino.
Con un coste que ya se cuenta en millones de euros, la represión de las protestas dejan un siniestro balance:
-Cerca de 1.000 de personas heridas de diversa consideración, cuatro de ellas con un ojo reventado por disparos de pelotas de goma por parte de la Policía Nacional.
-Más de 200 personas detenidas, de las cuales 28 han sido enviadas a prisión preventiva.
-Denuncias por malos tratos en dependencias policiales.
-Identificaciones en masa con amenaza de multa administrativa.
La evidencia dice que lejos de sofocar las protestas, la represión las aviva y cada día con más convicción y fuerza. Por no hablar de la internacionalización del conflicto, del coste económico que se deriva y de la mala imagen que España exporta.
Por ello, no es de extrañar que Catalunya diga NO a la represión y SÍ al diálogo sin condiciones.
Spain, sit and talk!!!
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