Inesperadamente me topé con esta hermosa cerdita en una salida al campo.
Estaba hozando tranquilamente por los márgenes del camino.
Probablemente se había escapado de una granja próxima, los cerdos son animales muy listos que les gusta rondar sin ataduras.
Y allí se quedó, buscando lombrices, raíces, bellotas, tubérculos, etc... mientras me despedía de ella.
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