El Delta del Llobregat es un espacio natural protegido que ocupa una extensión de casi 100km cuadrados de humedales, playas y lagunas.
Alberga una rica y variada fauna de especies de mamíferos, peces, anfibios, reptiles y es un punto estratégico muy importante en la ruta migratoria del Mediterráneo Occidental que une Europa y África.
En el Delta se conocen más de 300 especies de aves que lo utilizan como zona de descanso, muda, alimentación, nidificación o invernada.
Pero se da la circunstancia que el espacio protegido linda con el aeropuerto de Barcelona, uno de los que tienen mayor tráfico aéreo de Europa.
Así es constante el paso de aviones de todo tipo los 365 días y durante las 24 horas, incluso el espacio natural contiene en su interior balizas para la orientación de los pilotos en las maniobras de aterrizaje y la avifauna debe convivir con el trasiego de esos gigantescos pájaros de aleaciones de metal, fibra de carbono, polímeros y demás.
La contaminación tanto acústica como ambiental que se genera es evidente, pero en fin, visto de manera positiva quizás ya sea mucho que esos terrenos de humedales que quedan hayan podido sobrevivir a la especulación y a la fiebre de construcción y ahora gocen de ser reserva natural protegida.
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