Bienvenidos al blog de fotografía Manel S.
En este espacio y a modo de diario personal comparto en forma de imágenes, textos y música aquello que vivo, aquello que siento, lo que me hace vivir y desvivir, lo que fue y cómo lo recuerdo para no olvidarlo.
Para cualquier comentario, sugerencia, duda o lo que sea, podéis escribirme a minimalabstract@gmail.com, encantado estaré de leeros.
De igual manera, si os reconocéis en una imagen y no lo deseáis, escribidme y lo solucionaremos :)
Has utilizado fenomenal la luz y el resultado estupendo. Respecto al título y a lo que nos remite - no suelo opinar sobre estas cosas - pienso como Chapi. Muy complejo y discutible el tema. Afortunadamente que existe lo que en algunos círculos se denomina "amnesia infantil" y también la tendencia que tenemos a "idealizar" la infancia. Un abrazo. Agustín.
La sombra siguió siendo feliz mientras que "él", sencillamente, creció.
podi-. pd: yo solía jugar al "no pisar sombra". Íbamos por la Via Laietana (una calle) y teníamos que evitar pisar las sombras. Entonces venía un autobús y... ¡había que saltar para dejar pasar su sombra!
Bueno ... seguimos siéndolo, no ? O por lo menos esa es la meta de muchos. Hay que intentarlo. Hay que luchar por ello. Contra lo que sea. Esa ilusión no nos la puede quitar nadie. Gran imagen Minimal ... lo que pasa es como eso no es una novedad igual no te lo decimos todo lo que deberíamos. Un abrazo. Cuídate mucho. Y no pares nunca de buscar esa felicidad ... tu y nadie.
Una magnífica composición a partir de un contraluz y la sombra. El tratamiento en b&n, como no podía ser de otro modo, perfecto para mi gusto.
Pues mi infancia fue feliz, unas veces más y otras menos pero lo fue. No me importaría experimentar en estos momentos aquella felicidad, imagino que magnificada por la total y absoluta inocencia y carencia de las preocupaciones y responsabilidades que el hecho de madurar, de crecer, va cargando sobre nuestros hombros.
Uuuummmm...a mí esta foto me encanta. Me transmite mucho. Además no me lo da "hecho". Me hace imaginar la cara del niño, su sonrisa, sus ojos...Genial, Minimal! Un abrazo.
No sé si éramos felices, quizá tampoco sabíamos qué quería decir. Al menos, vivíamos sin preocupaciones, o casi, y eso ya es un preludio a la felicidad. Me gusta la foto, donde combinas la potencia de las sombras con el contraluz. Un abrazo.
Me gusta el contraluz de la figura, de esta forma tenemos dos "sombras".
ResponderEliminarSupongo que te refieres a la infancia que todos hemos tenido. Bueno, es un tema muy discutible, jeje.
Un abrazo.
Has utilizado fenomenal la luz y el resultado estupendo.
ResponderEliminarRespecto al título y a lo que nos remite - no suelo opinar sobre estas cosas - pienso como Chapi. Muy complejo y discutible el tema. Afortunadamente que existe lo que en algunos círculos se denomina "amnesia infantil" y también la tendencia que tenemos a "idealizar" la infancia. Un abrazo.
Agustín.
Mi infancia fue triste. Empecé a ser feliz a partir de los 30 y pico.
ResponderEliminarEl sol fuerte da unos buenas luces de suelo
Preciosa foto...generalmente la infancia es alegre. Osselin, nunca es tarde para recuperar el tiempo perdido...Abrazos.
ResponderEliminarMuy chula...
ResponderEliminarMuchas gracias amigos por vuestro tiempo y comentarios. :-)
ResponderEliminarQuizás todos tuvimos momentos mágicos en el que jugar con nuestra sombra se convertía en un hecho extraordinario.
En el camino muchos perdimos la inocencia pero no el anhelo de ser felices.
Un abrazo.
Un contrallum molt aconseguit.
ResponderEliminarDe la infantesa la innocència però ... núvols i clarianes, jo no tornaria.
Una abraçada
No sé per què, però aquesta és la foto més maca de tot el blog, jejeje ;)
ResponderEliminarLa sombra siguió siendo feliz mientras que "él", sencillamente, creció.
ResponderEliminarpodi-.
pd: yo solía jugar al "no pisar sombra". Íbamos por la Via Laietana (una calle) y teníamos que evitar pisar las sombras. Entonces venía un autobús y... ¡había que saltar para dejar pasar su sombra!
Bueno ... seguimos siéndolo, no ? O por lo menos esa es la meta de muchos. Hay que intentarlo. Hay que luchar por ello. Contra lo que sea. Esa ilusión no nos la puede quitar nadie.
ResponderEliminarGran imagen Minimal ... lo que pasa es como eso no es una novedad igual no te lo decimos todo lo que deberíamos.
Un abrazo. Cuídate mucho. Y no pares nunca de buscar esa felicidad ... tu y nadie.
Mirando esa sombra que nos acompaña siempre y que sin embargo en muchas ocasiones pensamos que hemos perdido.
ResponderEliminarSiempre seremos niños.
Un abrazo
Cuando miro mi sombra, vuelvo a serlo.
ResponderEliminarUn abrazo
Mai no vaig crèixer...
ResponderEliminarBoníssima foto!
Un bes molt fort!
Que difícil es mantener ese espíritu. Me niego rotundamente a prescindir de él.
ResponderEliminarGran imagen Minimal.
Un abrazo.
Fantastica sombra y un modelo muy simpatico que nos lleva a la reflexion muy acorde con estas fechas...un abrazo minimal y animos amigo.
ResponderEliminarUna magnífica composición a partir de un contraluz y la sombra. El tratamiento en b&n, como no podía ser de otro modo, perfecto para mi gusto.
ResponderEliminarPues mi infancia fue feliz, unas veces más y otras menos pero lo fue. No me importaría experimentar en estos momentos aquella felicidad, imagino que magnificada por la total y absoluta inocencia y carencia de las preocupaciones y responsabilidades que el hecho de madurar, de crecer, va cargando sobre nuestros hombros.
Un abrazo.
Muchas gracioas por pasaros, celebro que la imagen os diga algo.:-)
ResponderEliminarGracias por dar sentido al blog.
Un abrazo.
Uuuummmm...a mí esta foto me encanta. Me transmite mucho. Además no me lo da "hecho". Me hace imaginar la cara del niño, su sonrisa, sus ojos...Genial, Minimal!
ResponderEliminarUn abrazo.
Para mí, ésta es la foto más preciosa de todo el blog, tú ya me entiendes ;)
ResponderEliminarÓskar, gracias por dejar tu opinión, un placer para mi recibirla. :-)
ResponderEliminarUn abrazo.
Toni, te entiendo perfectamente. ;-)
ResponderEliminarUna abraçada y gràcies.
Wow!!! Genial esta dualidad de sombras. Chapeau Minimal.
ResponderEliminarUn abrazo, César.
No sé si éramos felices, quizá tampoco sabíamos qué quería decir. Al menos, vivíamos sin preocupaciones, o casi, y eso ya es un preludio a la felicidad.
ResponderEliminarMe gusta la foto, donde combinas la potencia de las sombras con el contraluz.
Un abrazo.
César, David, mil gracias. :-)
ResponderEliminarUn fuerte abrazo a los dos.