Anoche se produjo un devastador y trágico incendio en una nave en la que vivían en precariedad inmigrantes, en su mayoría subsaharianos.
El balance hasta ahora es de una veintena de heridos, tres de ellos en estado crítico y tres muertos. No obstante se teme que la cifra de muertos pueda ser más alta. Los bomberos siguen con las tareas de rescate, pero como el edificio ha quedado en muy mal estado utilizan perros y drones.
Esta tarde ha habido una protesta para denunciar las penosas condiciones en que se ven obligados a vivir y para reclamar una vida más digna.
Ahora son todo lamentaciones, cuando la realidad es que las autoridades han permitido que los más desfavorecidos vivieran en la nave que se ha incendiado en penosas circunstancias desde hace quince años despreocupándose de ellos por completo.
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