Gósol es un pequeño, precioso y recóndito pueblecito que cuenta con unos 200 habitantes a 1425 de altitud próximo a los Pirineos en la comarca del Berguedà en Catalunya.
En la primavera de 1906 Picasso, por aquel entonces de 24 años, viajó de París a Gósol acompañado de su pareja y modelo, Fernande Olivier y su cachorro de fox terrier y allí estuvieron hasta mitades de agosto de ese mismo año.
Parece que fue el escultor Enric Casanovas quien le recomendó Gósol confiando en que el cambio de aires le ayudaría a superar el conflicto creativo que le había paralizado mientras pintaba el retrato de Gertrude Stein, que dejó inacabado en el taller de Bateau-Lavoir de París.
Viajaron en dos trenes de vapor desde Barcelona a Guardiola de Berguedà, luego continuaron la ruta en mula hasta Gósol, ya que no había ni carretera. Tardaron ocho horas por caminos tortuosos cargados con su equipaje, pinturas, lienzos y demás. Fernande en sus memorias lo recordaba así:
"Para llegar había que hacer un recorrido de varias horas en mula, por senderos rodeados, de un lado, de una pared vertical de roca que te masacraba manos y rodillas, mientras del otro lado un precipicio profundo nos obligaba a cerrar los ojos para vencer el vértigo. Aquellos precipicios no inquietaban a las mulas lo más mínimo, prudentes, y de las que uno se podía fiar. En un momento preciso noté como se aflojaban las cinchas de la silla y me deslicé peligrosamente hacia atrás. Afortunadamente, el porteador, una vez alertado, vino a recolocar la silla, la mula ya mí."
Se alojaron en la única fonda del pueblo, Cal Tampanada, propiedad de Josep Fondevila con quien Picasso estrechó buena amistad.
Fachada actual de lo que fue Cal Tampanada
Placa conmemorativa de la estancia de Picasso en Cal Tampanada, Gósol
La breve pero importantísima estancia de Picasso en Gósol no sólo fue decisiva para su propia inspiración artística, sino también para toda la evolución del arte en el siglo XX, representa el despertar de una nueva era.
En menos de tres meses llegó a crear más de trescientas piezas –entre óleos, acuarelas y dibujos–, algunas de las cuales hoy se ven como precedentes directos de la que quizá es la obra más transformadora del siglo XX: "Las señoritas de Aviñón".
Estas trescientas piezas se hallan representadas en el Centro Picasso de Gósol, que recoge la memoria e influencia que tuvo el municipio en el artista.
Centro Picasso de Gósol
En la plaza mayor se ubica la escultura "La mujer de los panes", obra del escultor Josep Ricard que evoca el cuadro que Picasso pintó en Gósol con el mismo nombre.
Por esto y por mucho más vale la pena conocer la historia, paisajes y belleza de este precioso municipio que nos conducirá desde el arte románico hasta las obras y movimientos artísticos más influyentes del siglo XX.