viernes, 31 de julio de 2015

Secretos de alcoba



Feliz fin de semana :-)))

Y no permitáis que sólo arda la luz... ;-)



jueves, 30 de julio de 2015

El triunfo de la palabra



A mis querid@s poetas, que con su don, pasión, tenacidad y voluntad iluminan corazones.

Gracias por hacerme vivir mil vidas con vuestras hermosas palabras :-)))



miércoles, 29 de julio de 2015

Eco de un silencio



Allí, donde el silencio es música, la música es amor y amor eres tú.



domingo, 26 de julio de 2015

Retrato de mi hijo en bañador



Cómo pasa el tiempo... si apenas ayer era un bebé.


sábado, 25 de julio de 2015

Nunca llueve a gusto de todos



Pero llueve, por fin!!!

Después de tantos días con unas temperaturas tan altas parece que la climatología nos concede una tregua, al menos en mi tierra.

A disfrutar pues de este cambio de tiempo. Ya habrá tiempo de seguir luciendo vuestros hermosos cuerpos al sol, pero de momento se agradece un pequeño respiro, verdad???...


viernes, 24 de julio de 2015

Mandala



Feliz y relajante fin de semana :-)))

Namaste





miércoles, 22 de julio de 2015

Frescor de Abril para un fogoso Julio



Esta imagen también debió aparecer publicada en su día, pero no pudo ser... :-(

Algunos me preguntáis sobre mi estado; estoy bien, llevo una vida normal pero aún sigo de baja y en rehabilitación, me queda un poco para recobrar la movilidad total de la pierna y aunque he evolucionado bien, estas cosas van a su ritmo.

Gracias por vuestro interés :-)))



martes, 21 de julio de 2015

lunes, 20 de julio de 2015

Río abajo



"Cuando dudes no pienses, sólo deja fluir".

Feliz semana :-)))



viernes, 17 de julio de 2015

Buenos días, amor



Feliz fin de semana, corazones... :-)))



miércoles, 15 de julio de 2015

martes, 14 de julio de 2015

So high, so far, so deep, so wild



Esta imagen debió aparecer publicada hace tres meses, pero por motivos que conocéis no pudo ser.

Pertenece a mis días vacacionales interrumpidos de manera inesperada.

Como se suele decir, nunca es tarde si la dicha es buena.

Seguramente mi vida no vuelva a ser como antes y probablemente yo ya no sea el mismo, pero quedan los recuerdos y la ilusión de los días por venir.

Y ahora que las temperaturas son tan altas, quizá venga bien una bocanada de aire fresco.



domingo, 12 de julio de 2015

lunes, 6 de julio de 2015

Epílogo



Aquí empezó todo.

Era un tres de abril al anochecer.

Esa hermosa noche de luna llena me dirigía en solitario a tomar unas fotografías a una antigua torre de vigilancia que se encuentra sobre el bonito pueblecito de Espot en el Pirineo Catalán que a esas horas se encontraba iluminada.

Pero el destino quiso que no llegara.

Esta fue la última fotografía que tomé antes del lamentable accidente.

Recuerdo que mientras caminaba escuché un sonido parecido a una rama quebrándose; acto seguido me desplomaba, quizá no vi alguna irregularidad del terreno y mi pierna cedió, estaba rota.

A consecuencia de la caída resbalé unos metros hacia abajo quedando mis piernas colgando sobre un precipicio de cinco metros de caída libre.

Creo que nunca había sentido tanto el peligro.

La pierna rota, solo, de noche, con frío, en un lugar de complicado acceso y a punto de despeñarme.

Como pude logré sujetarme a unas yerbas y arrastrarme hasta colocarme en un lugar más seguro.

Comprobé si llevaba el móvil, si tenía batería y cobertura.

Llamé a mi pareja que se encontraba en la casa del pueblo donde nos hospedábamos, era el único momento en que nos habíamos separado. Le expliqué lo que me acontecía; no daba crédito, pensó que bromeaba. Le indiqué más o menos dónde me encontraba.

Al cabo de un rato vino. Era ya noche cerrada y me localizó por la luz del teléfono. Comprobó que efectivamente la pierna estaba dañada y se ocupó de pedir ayuda.

Primero vinieron los propietarios de la casa. Me dijeron que no nos preocupáramos, ellos se encargarían de avisar a una ambulancia y me proporcionaron ropa de abrigo, tenía mucho frío, la noche avanzaba.

Afortunadamente se encontraba una ambulancia de servicio en un pueblo no muy lejano. Me socorrieron y me trasladaron al hospital comarcal, a una hora y pico de trayecto.

Allí me reconocieron y atendieron. Comprobaron que las fracturas eran feas, de  las llamadas de torsión y programaron mi traslado urgente a Barcelona a las ocho de la mañana del día siguiente.

Y el resto de la historia ya la conocéis...



Deseo expresar mi agradecimiento a la familia propietaria de la casa por las atenciones y amabilidad que nos dispensaron en todo momento así como al personal sanitario que me rescató en la montaña y a los doctores que me atendieron en el hospital comarcal.

Lo que debieron ser unas cortas vacaciones en una bello entorno alpino acabaron siendo un mes y unos días de ingreso hospitalario con serias lesiones.

Pero de todo se aprende, y como se suele decir, lo importante es poder explicarlo.

Y yo he intentado hacerlo.

Espero no haberos aburrido demasiado con mis venturas y desventuras.

Gracias por haberme acompañado.

Y volveré a las andadas, y nunca mejor dicho, no os libraréis tan fácilmente de mi, jaja

Feliz verano :-)))




viernes, 3 de julio de 2015

Punto y final



Como todo en la vida, siempre hay un final.

Y mis días de ingreso en el centro hospitalario habían llegado a su fin.

Tras treinta y tres días me daban el alta en domicilio.

Y treinta y tres son las imágenes que han conformado mi experiencia durante esos días.

Nunca me planteé compartir mis vivencias públicamente. Fue al estar en casa que pensé que podría ser interesante compartirlas en forma de imágenes y textos por lo que representa el estar hecho desde el punto de vista de un paciente.

Durante mi ingreso no disponía de equipo fotográfico, se había quedado en el lugar del accidente. Tomaba fotografías como siempre hago de mi cotidianidad con la mejor cámara del mundo, la que tenía en esos momentos: un mediocre móvil.

Ello me permitió tener un recuerdo gráfico que aunque por un lado sin la mayor calidad deseable, por el otro me permitió pasar más desapercibido y conseguir imágenes que de otra manera quizá no hubiese podido, al menos ese es mi consuelo.

Esta es la última imagen que tomé, instantes antes de mi salida.

Mi más profundo agradecimiento al equipo de enfermeras que me atendió día a día con sus esmerados cuidados y cariño: Julia, Rosa, Neus, Antonia, Loli, Merche, María José...

Igualmente al equipo de cirujanos que llevaron mi caso con éxito encabezados por el Doctor Teixidó y la Doctora Lalanza.

A los pacientes que conocí y que tanto me ayudaron y me enseñaron: Jose, María, Alba, Carlos, Kazem, Teresa, Lorenzo, Marc, Tania, Cristina, Jordi, Chema...

A mi hermana y a mi madre que siempre estuvieron a mi lado dándome todo su cariño, apoyo y lo que pudiera necesitar.

A mis hijos, por saber adaptarse a mi situación y seguir adelante con sus responsabilidades con un esfuerzo y naturalidad ejemplares.

A mi pareja, por tantísimo... love you, babe ;-)

Y por supuesto a todos los que habéis seguido mi periplo dándome tantas muestras de amistad, solidaridad, esperanza y apoyo ayudándome a hacer mis días más llevaderos. Nunca tendré suficientes palabras para agradecéroslo, gracias de todo corazón.

Ahora que han pasado dos meses de la operación mi lucha sigue con la rehabilitación para conseguir la mejor movilidad posible. Pronto abandoné la silla de ruedas, luego una muleta, después la otra. Ahora camino sin ayuda y me encuentro cada día mejor, fuerte, optimista, esperanzado y con ganas de recuperar mi ritmo normal.

La vida sigue y hay muchos soles que ver y lunas que disfrutar.

Gracias por ser y por estar :-)))





miércoles, 1 de julio de 2015

La sombra de la duda



La operación parecía que había ido bien.

Pero como en toda intervención, existía un factor de riesgo del que es imposible escapar.

Había conocido casos dramáticamente crueles de pacientes que habían entrado en quirófano por una sencilla operación y habían cogido un virus o una bacteria que los convertía en crónicos, aparecían otras complicaciones o acababan perdiendo miembros.

Esperaba que ese no fuera mi caso.